Estaba yo navegando normalmente en internet y entrando en varias páginas para hacer cosas de mi tesis cuando, de repente, aparece una página de la Policía Nacional de España con súper alerta diciendo que yo había entrado en páginas prohibidas, violado derechos de autor o accedido a contenido de pedofilia o cualquier otra clase de un posible crimen. La camera encendió y mi imagen apareció en la pantalla como si yo ya estuviera en un juicio. Condenada. Mi ordenador fue bloqueado. Pero todo se podía solucionar si yo me propusiera a pagar una multa de 100 euros, un dinero que debería ser ingresado en una de las dos cuentas que aparecían en la misma página. Era para entrar en pánico. De verdad, sentí miedo porque era una coacción. Por suerte, mantuve la calma y pensé: yo no he hecho nada malo ni ilegal. No cuadra. Luego, dudo que la Policía Nacional esté actuando de esta manera. Se fuera verdad, sería como vivir en un verdadero Grand Hermano. Aún no llegamos a eso. Aún. Sin embargo, no podía entrar en mi ordenador otra vez. Estaba, de verdad, bloqueado. No sabía qué hacer. Entonces, me metí a buscar la solución a través del móvil. Entré en internet y puse las siguientes palabras: policía nacional bloqueo ordenador. Lo primero que salió fue la página oficial de la Policía esclareciendo que no cobra multas por internet y que si alguien recibiera este mensaje, era un virus. De los peores, pensé yo.
Luego, en otra página, encontré varias posibles soluciones y
una de ellas funcionó. Hay que arrancar con el ordenador en modo seguro. Es
decir, antes de aparecer la pantalla de inicio, pulsar la tecla F8. Entonces se
elige modo seguro. Luego, hay que descargar un programa llamado Malwarebytes,
ejecutarlo, hacer el análisis rápido que debe detectar dónde están los virus y
finalmente reiniciar el ordenador. Conmigo ha funcionado.
